Del mismo modo que los detalles de una fotografía solo resultan apreciables a partir de decenas o centenares de puntos, en un gráfico bursátil las formaciones de precios, las tendencias, las figuras chartistas, los niveles de soporte y resistencia, etc. solo empezarán a ser tímidamente reconocibles a partir de cierto umbral de escala o time frame. Los más expertos “en topografía de mercados” hablan de cuatro escalas o varas de medir la bolsa:
1) La escala intradiaria con gráficos de barras de treinta minutos se ha convertido en todo un estándar de trading sistemático. De hecho, hay quienes prefieren escalas de 35 minutos para evitar solapamientos. En la literatura sobre el tema, parece existir cierto consenso en que por debajo de este nivel el “mar de fondo” no deja ver los barcos y toda estrategia sistemática resulta impracticable.
Así mismo, cualquier sistema necesita un “grano” mucho mayor que un “tick” para generar en intradía algún beneficio consistente: Las comisiones y los deslizamientos, incluso en mercados muy líquidos, no suelen ser inferiores a tres o cuatro ticks, así que si con barras muy pequeñas ( de un minuto a cinco minutos) la fluctuación media es inferior al umbral mínimo que un sistema necesita para generar beneficios, entonces estamos perdidos.
Pongamos un ejemplo: Un sistema típico empleado sobre el futuro del SP 500 tiene un insumo medio sobre operación de 6$ por contrato y 25 $ de deslizamiento. El costo fijo por cerrar una operación será de 2*(6+25)=52$ es decir, necesitaré, en el mejor de los casos, (con un multiplicador de 50$ por punto) 5 tick para cerrar una posición con algo de beneficio y al menos un 1,5 puntos de fluctuación para que el beneficio valga la pena.
Si analizamos un gráfico de un minuto, nos daremos cuenta de que la amplitud media de las barras (o true range) oscila entre 0.25 y 1.5, siendo el valor medio de 0.5. Dicho de otro modo, el 96% de las barras de este gráfico queda por debajo del umbral de beneficios de nuestro sistema.
Con barras de 5 minitos, el “true range” oscila entre (0.25 y 2.5), siendo el valor medio de 1. Todavía insuficiente para nuestro sistema. En gráficos de 30 minutos, el valor oscila entre 0.5 y 5.25, siendo la amplitud media de barra de 2.5, que ahora si parece encajar en el “grano de película” empleado por nuestro sistema.
2) El time frame intradiario con barras de sesenta minutos es el preferido de numerosos operadores discreccionales a corto con cierta experiencia. A fuerza de perder los nervios y el dinero, muchos recién llegados al ruedo de la bolsa acaban comprendiendo –a veces demasiado tarde- que vivir pegados a la “cinta de cotizaciones” es una insensatez completamente improductiva, además de una auténtica tortura psíquica.
Algunos sistemas emplean gráficos intradiarios largos (30-60 min.) para las estrategias de entrada y gráficos más cortos (1-5 min.) para la fijación de
stops. Esto resuelve parcialmente el insidioso problema del
software basado en la verificación de reglas de manera discreta (barra a barra). Por ejemplo si se cumple una condición de salida en la
barra “n”, la orden se ejecutará en la apertura barra n+1. Otra solución sería la renormalización de parámetros. Por ejemplo, si en un sistema simple (de dos medias) utilizo los parámetros 30 y 10 para 60 minutos. Puedo montar un sistema equivalente en un gráfico de 15 minutos empleando los parámetros 30*4 y 60*4. Ojo, que por esta vía no estoy construyendo un nuevo sistema de 15 minutos, sino visualizando una estrategia de sesenta minutos en una “ventana” con barras de quince.
El siguiente sistema utiliza el cruce de dos medias de 11 y 68 barras sobre un gráfico de 60 minutos.
Ganancia total: 2404
Nº de Negocios: 8
Draw Down: -262
El mismo sistema montado sobre un gráfico de 30 minutos, con los parámetros normalizados a 22 y 134:
Ganacia total: 2240
Nº de Negocios: 6
Draw Down: -262
Nuevamente el mismo sistema montado sobre un gráfico de 15 minutos. Parámetros normalizados a 44 y 268:
Ganancia total: 2115
Nº de negocios: 6
Draw Down: -315
Como puede observarse, en las tres escalas temporales el funcionamiento del sistema es análogo, siendo las pequeñas fluctuaciones imputables al sesgo aleatorio en el rango de las barras.
3) La escala por excelencia es la diaria, con una generosa “ventana” de uno a tres años para poder identificar grandes movimientos a largo plazo. De hecho, los manuales sobre análisis técnico (o “astrología bursátil”, como prefiere llamarlos un buen amigo nuestro) muestran la mayor parte de los gráficos en esta escala. También existen numerosas estrategias sistemáticas para gráficos diarios que, a diferencia de las anteriores, permiten una operativa más tranquila, sin necesidad de tener el ordenador permanentemente conectado. El principal problema es que el intervalo entre operaciones se dilata de tal modo que la operativa sistemática parece perder cierto significado. El sistema pasa a ser un indicador más, un mero auxiliar en nuestras decisiones.
4) Escalas semanales de diez años o más. Usadas por numerosos fondos y estrategas largoplacistas. Permiten definir pautas de actuación consistentes en el largo plazo, analizando uno o varios ciclos completos del mercado. Son útiles para responder a cuestiones últimas -¿metafísica bursátil?- sobre el argumento y significado general del “film” que a veces olvidamos enredados en la tupida maraña de los “fotogramas” sueltos. Sí, sí, las célebres preguntas kantianas de ¿a dónde vamos?, ¿de donde venimos? y ¿qué me cabe esperar?, traducidas al lenguaje de los grandes movimientos en los mercados de capitales. Lógicamente, sobre esto nada tienen que decir los sistemas.