El ámbito del trading constituye el escenario perfecto para poner a prueba un conjunto de postulados cognitivos, conductuales y epistemológicos que la psicología social etiqueta bajo el nombre de Teoría de la Decisión. De hecho, la capacidad para tomar decisiones bajo presión, con información incompleta y en escenarios tremendamente volátiles es una cualidad bastante infrecuente, pero que determina la diferencia entre ser trader de éxito o carne de cañón.
Quienes nos dedicamos al trading de sistemas a menudo damos por supuesto, quizá de manera algo acrítica y precipitada, que la operativa basada en reglas está exenta de cualquier sesgo cognitivo y, por tanto, la psicología no es relevante en el impoluto ámbito de los sistemas de trading. Pues bien, nada más lejos de la realidad: nuestras creaciones, podrían estar plagadas de prejuicios, ideas preconcebidas y falsos mitos sobre estrategias y mercados que afectarán de manera decisiva al diseño, evaluación y gestión de la operativa sistemática. En última instancia, un porfolio sistemático mimetiza, e incluso amplía con el tiempo, los sesgos cognitivos de quienes lo han desarrollado y quienes trabajan con él.
Veamos algunos de estos sesgos cognitivos y su impacto en el trading de sistemas:
1.- Falacia de los jugadores y ley de los pequeños números.
En muchas ocasiones tendemos a tener concepciones erróneas sobre los procesos meramente aleatorios. La falacia del jugador consiste en suponer que la probabilidad de ocurrencia de sucesos consecutivos en juegos como los dados, la ruleta o el lanzamiento de monedas no es independiente en cada nuevo evento. Por ejemplo, si al tirar una moneda sacásemos tres caras consecutivas, tenderíamos a doblar la apuesta en el siguiente lanzamiento al considerar que ahora la aparición de una cruz es la opción más probable.
En el trading de sistemas esta falacia se traduce en la falsa, o al menos precipitada creencia en la dependencia entre operaciones ganadoras y perdedoras. En general, casi todos los sistemas que conozco no manifiestan ninguna dependencia positiva (operaciones ganadoras siguen a operaciones ganadoras) ni negativa (alternancia entre operaciones ganadoras y perdedoras) en la secuencia de trades que sea aprovechable y consistente en el tiempo. Sin embargo, algunos desarrolladores suelen incorporar reglas para explotar estas dependencias.
Aplicaciones como el excelente programa MSA permiten detectar y evaluar estas dependencias:
Sobre este particular recomiendo nuestro artículo: Reglas de dependencia (2006).
2.- La teoría de la expectativa.
Los inversores tienen un percepción diferente del riesgo cuando se trata de preservar las ganancias que cuando se acumulan las pérdidas. Tversky y Khaneman (1983) proponen una análisis psicofísico de la aversión al riesgo: la satisfacción personal y el placer cuando una posición está en beneficios nos lleva a adoptar juicios precipitados sobre la conveniencia de cerrar dicha posición. Sin embargo, las posiciones perdedoras generan disonancia cognitiva, frustración y, en última instancia dolor. Aquí el mecanismo es dejar correr las pérdidas en la esperanza de que un movimiento contrario en los mercados revierta la situación.
Repasemos algunos conocidos experimentos de elección simple y condicional empleados para contrastar esta teoría:
Caso 1:
Se pide a una población de sujetos que elijan entre estas dos alternativas:
a) Recibir 800€ de forma segura.
b) 80% de ganar 1.000€ y 20% de perderlo todo.
Aunque el valor esperado de ambas decisiones es el mismo, la mayoría de las personas prefieren la apuesta segura.
La opción a) equivale a trabajar con un target profit de 800€ mientras que la opción b) es la apuesta, menos frecuente, de dejar correr los beneficios.
Caso 2:
Ahora se pide a los sujetos que consideren la situación inversa:
a) 100% de perder 820€
b) 80% de perder 1.000€ y 20% de ganar 100€
Los individuos mayoritariamente eligen la opción b) Es decir, no les importar afrontar la posibilidad perder más mientas exista una pequeña posibilidad de acabar sin pérdidas u obtener un pequeño beneficio.
En operativa sistemática esto nos llevaría a apostar por estrategias con un alto porcentaje de aciertos (Avg. Win), aunque el ratio Win/Loss y el Beneficio medio por operación (BMO) sean muy bajos. En el caso más extremo tenemos los que denomino sistemas tipo "cisne negro" que apuestan por beneficios ridículamente pequeños, pero muy frecuentes (patitos blancos) que encuentran su némesis en operaciones perdedoras muy abultadas pero mucho más infrecuentes (cisnes negros) .
Por ejemplo: Imaginemos un sistema que funciona con un profit target de 2 ticks y un stop loss de 20 ticks. Por tanto su ratio W/L (2/20) es de 0,1. Para que un sistema de este tipo fuese "teóricamente" rentable su Avg. Win deberá ser superior al 90% (idealmente >92% para tener una ventaja mínima) ya que de otro modo la esperanza matemática sería negativa. ¿Es posible diseñar un sistema así? Sí, desde luego. Pero sólo a un tonto se le ocurriría operarlo en real, ya que en la mayoría de los mercados el gasto por transacción (comisiones del broker + slippage medio) se va a situar por encima de los raquíticos 2 ticks a los que hemos anclado la toma de beneficios.
En posteriores estudios Tversky y Khaneman (2000) desarrollaron la llamada función hipotética del valor subjetivo, que se representa del siguiente modo:
Esto conduce a que el valor subjetivo de perdidas y beneficios afecte de manera asimétrica a los individuos. Las pérdidas se perciben como un fracaso, pero esta sensación de fracaso no es proporcionalmente mayor al tamaño de la pérdida. En el otro extremo, los beneficios, por pequeños que sean, se perciben rápidamente como un triunfo. Y la pulsión psíquica dominante será tratar de retenerlos como sea.
Bueno, pues este esquema es, en la práctica mayoría de los casos, el planteamiento de un sistema inherentemente perdedor. Por un lado se opone al sancta sanctorum o principio irrenunciable de todo sistema tendencial: Cortar rápidamente las pérdidas (eso sí, sin ahogar al sistema) y dejar correr los beneficios. Y en este punto, no está de más recordar que la mayoría de los sistemas robustos y ganadores en el largo plazo pertenecen a esta categoría. Y por otro, favorece estrategias inversoras basadas en el principio de reversión a la media (por ejemplo antitendenciales) en las que prima el porcentaje de aciertos aun con un BMO peligrosamente pequeño.
3.- Juicios basados en la incertidumbre y errores perceptivos.
Una función primordial de la mente humana es la de tratar de extraer orden del caos. Esto tiene un indudable valor adaptativo, pero en ocasiones nos puede llevar a ver patrones, regularidades y procesos cíclicos donde no los hay. De todos son conocidos los experimentos de los psicólogos de la Gestalt y su famosas leyes perceptivas: Pregnancia, semejanza, proximidad, simetría, fondo y figura, continuidad, simplicidad y cierre. Algunas célebres ilusiones ópticas como las líneas de Müller-Lyer se basan en un ajuste erróneo del aparato cognitivo al medio:
¿Qué línea es más larga la A o la B?
¿Realmente son paralelas las líneas horizontales?
Otras ilusiones ópticas generan con inusitado realismo una falsa e inquietante sensación de movimiento que resulta casi hipnótica:
Y otras, como las figuras de Escher, nos llevan a adoptar falsos juicios sobre la percepción y determinación del espacio:
También están aquellas en las que nuestra mente, presionada por las leyes de continuidad y cierre, se empeña en completar figuras imposibles:
Llegados a este punto cabría preguntarse si muchas de las figuras, líneas imaginarias y patrones que tratamos de encontrar en las formaciones de precios responden a esta categoría de errores perceptivos y falsos juicos.
Por ejemplo, es probable que las series de Fibonacci que parecen encontrar algún fundamento en determinados procesos naturales también tengan alguna aplicación al trading. Pero también es verdad que si nos ponemos a trazar líneas y arcos de manera aleatoria en cualquier gráfico de cotizaciones siempre encontraremos algunas líneas que coincidan con retrocesos, agotamiento de tendencias, pontos de expansión de rango, etc.
Con la mayoría de las figuras clásicas del chartismo ocurre lo mismo: Nunca sabremos con certeza si son patrones con un fundamento externo e independiente del analista técnico o sólo son asociaciones perceptivas en el imaginario del trader que podrían dar lugar a inferencias erróneas.
4.- Errores lógicos.
Entre los errores lógicos más comunes a la hora de formular juicios basados en la incertidumbre tenemos el heurístico de accesibilidad: las personas tendemos a estimar la probabilidad de ocurrencia de algún suceso en base a asociaciones mentales de categorías lógicas subjetivamente relacionadas.
Lea atentamente el enunciado inferior:
" Disponemos de 40 valores del sector financiero y 60 del sector de la construcción. Todos ellos con buenas expectativas de beneficio por fundamentales y una alta rentabilidad por dividendo. Decidimos rebalancear nuestro portfolio ponderado a partes iguales cada una de las dos categorías de activos. "
Pregunta:
¿Si cogemos al azar uno de los valores de nuestro portfolio, qué probabilidad tenemos de que pertenezca al sector financiero?
Aunque parezca increíble, la mayor parte de los encuestados, expertos o no en estadística, tienden a pensar que la probabilidad es del 50%. Sólo algunos, tras una segunda lectura caen en la cuenta de que el resultado correcto es 40%.
¿Por qué ha ocurrido esto? Por una dominancia del concepto de categoría (2 en este caso: sector financiero y sector de la construcción) sobre el número de elementos pertenecientes a cada categoría (40 / 60).
Un segundo error lógico también bastante frecuente es el que se conoce como falacia de la conjunción: La probabilidad de ocurrencia dos sucesos relacionados conjuntivamente no puede ser mayor que la de cada uno de ellos por separado:
P (A y B ) < P(A); P(A y B) < P(B).
Sin embargo, cuando los individuos formulamos juicios intuitivos sobre sucesos, por ejemplo naturales, sociales o económicos, muchas veces caemos en este error.
Lea atentamente el enunciado inferior:
"El comportamiento mensual del las empresas del DAX y CAC40 ha sido bastante bueno. Sin embargo, el IBEX35 no ha sabido aprovechar el tirón y ha terminado con ligeras pérdidas, lastrado sobre todo por las constructoras que se dejan más de un 5%. Como nosotros tenemos en cartera empresas de los tres índices hemos acabado en positivo, y eso a pesar del que la empresa XYZ se ha pegado un batacazo de miedo y nos ha producido cuantiosas pérdidas."
Señale de las dos siguientes alternativas cual le perece más probable:
a) La empresa XYZ pertenece al IBEX35
b) La empresa XYZ pertenece al IBEX35 y es una constructora.
No le quepa duda, un porcentaje altísimo de los individuos se aferraría a la opción b).
En definitiva, parece claro que tenemos una lista enorme de condicionantes perceptivos, lógicos y comportamentales que afectan no sólo a los procesos de toma de decisiones del inversor discrecional, sino a los criterios con que se diseñan, evalúan y seleccionan las estrategias sistemáticas.
Andrés A. García.
©Tradingsys.org, 2011.