Una de las técnicas más empleadas en operativa sistemática consiste en situar, una vez confirmada la ejecución de una orden, un stop de protección del capital (o Money Management Stop) que permita abandonar con rapidez la posición cuando se produce un giro inesperado en la evolución de los precios. Sin embargo, esta práctica, lejos de resolver el problema de fijar un riesgo límite objetivo y preciso, puede ocasionar cuantiosas pérdidas cuando se utiliza de forma inadecuada.
Vamos a comenzar aclarando, sobre todo de cara a los lectores no iniciados, qué es y qué no es un MM Stop.
Un instrumento para limitar el riesgo máximo por operación y para disminuir (aunque en algunos casos ni siquiera se consiga esto) el tamaño de la pérdida media en una serie larga de operaciones. Su objetivo no es ganar más y, por paradójico que resulte, casi todos los stops de protección, en realidad, empeoran el net profit.
...Entonces, ¿para qué usarlos?
Se me ocurren muchas respuestas, pero básicamente todas son variantes de la misma: Mantener los dos términos de la ecuación risk / reward (R/R) en equilibrio. Al inversor profesional le interesa, sobre todo, saber cuanto gana una estrategia por unidad de capital arriesgado. Como no puede controlar lo que ganará en la próxima operación (pues eso pertenece al insondable arcano) al menos tiene la posibilidad de establecer a priori un límite en lo que está dispuesto a perder.
El problema viene -como casi todo en operativa sistemática- cuando un stop que ha funcionado más o menos bien en el pasado, comienza a comportarse de manera desastrosa al cambiar las condiciones del mercado. Esto puede ocurrir por dos motivos: Bien porque el tamaño del stop se nos ha quedado pequeño y corta demasiado pronto la evolución normal de las operaciones, bien porque ahora está excesivamente relajado y, en consecuencia, nos sitúa en un nivel de riesgo innecesario.
Un stop de acompañamiento o trail stop, aunque a veces su cometido se confunda. Existen algunas razones para considerar estos dos stops por separado. Si bien, el sistema en sí, será el que determine la posibilidad de emplear uno de ellos o ambos. Por lo general, la tolerancia al riesgo inicial de una posición debería ser algo más baja que cuando la operación acumula beneficios. Así, podemos combinar un MM stop dinámico de, por ejemplo dos veces el ATR con otro trail (tipo Chandelier) que se mueve a tres ATR por debajo del precio. Considero que los stops de acompañamiento son más eficaces en sistemas tendenciales de largo recorrido, mientras que en los intradiarios puros quizá sea más acertada una combinación de MM Stops y target profits.
Existen diferentes metodologías para el emplazamiento del MM Stop más adecuado al tipo de operativa que estemos empleando. Comencemos por las más sencillas:
(A) Fixed dollar amount. Cantidad fija en moneda local (o en puntos) a la que se sitúa el stop una vez se confirma el posicionamiento. No conviene demorar la colocación del stop. Este debe de estar activo desde el momento de entrada hasta que se cierra la operación.
- Ventajas: Es sencillo, intuitivo y fácil de implementar e interpretar.
- Inconvenientes: Nula sensibilidad a la evolución del mercado.
El valor del stop se establece considerando el capital de faena y el resultado óptimo en pruebas de back-test. Este último es su principal peligro; pero, de cualquier manera, todos los stops; tienen al menos un parámetro optimizable directa o indirectamente.
(B) Stop porcentual. Similar al anterior, con la salvedad de que el valor se calcula en porcentaje.
- Ventajas: Igualmente sencillo e intuitivo. Capacidad para adaptar el riesgo al tamaño del mercado.
- Inconvenientes: Nula sensibilidad a los cambios de volatilidad.
(C) Stops basados en soportes y resistencias, canales y bandas de precios. La manera más rápida de construir un stop dinámico. Su tamaño fluctúa siguiendo los valores del indicador base. Entre los más usados están los que se basan en bandas de Bollinger y líneas de máximos y mínimos.
- Ventajas: Sencillos y con cierta capacidad de adaptación a los movimientos del mercado.
- Inconvenientes: Nunca sabremos de antemano el valor exacto al que cerrarán la posición. En momentos de volatilidad escasa producen numerosos cierres indeseados y en momentos de alta volatilidad su tamaño puede resultar excesivo.
(D) Stops basados en rangos y unidades ATR. Fijar el valor del stop en múltiplos del ATR es la mejor manera de construir estrategias de cierre sensibles a los cambios en la volatilidad del mercado. Existen numerosas variantes que iré detallando en este trabajo.
- Ventajas: Mayor sensibilidad a la dinámica del mercado. El hecho de estar construidos en unidades normalizadas de rango o ATR permite su aplicación a otros mercados y productos sin realizar cambios.
- Inconvenientes: Como en el caso anterior, tampoco tendremos un control preciso del riesgo máximo por operación. Sin embargo, en series largas (y sobre todo en operativa intradiaria) lo que cuenta es la capacidad del constructo para reducir el tamaño medio de las operaciones negativas.
Ratios diana y criterios de calidad en la aplicación de MM Stops.
Dado que el objetivo de los stops de protección no es ganar más, sino gestionar mejor el riesgo de la operativa, a la hora de evaluar la calidad de estos instrumentos tendremos que fijarnos, más que en el beneficio final, en algunos de los siguientes factores:
- Estabilidad de los resultados en el tiempo: No es mejor el sistema que más gana, sino el que consigue rentabilidades de manera más uniforme. Por ello, antes que otros ratios, lo primero que hay que comprobar es si los beneficios (siempre en porcentaje) semanales, mensuales y anuales aparecen más dispersos o agrupados que antes. Esto es especialmente relevante si el tipo de MM. Stop elegido es sensible a los cambios de volatilidad: Tendremos que comprobar que en las marcoépocas poco volátiles y muy volátiles la aplicación del stop consigue un comportamiento más robusto del sistema.
- Beneficio medio por operación (BMO): Los stops muy ceñidos producen continuamente salidas falsas. Pero esto no es lo peor; su principal problema radica en que pueden reducir el tamaño medio de la operación hasta niveles demasiado próximos a los gastos de la operativa. Por tanto -y con independencia de lo que indiquen los demás ratios- "no conviene apurar demasiado el vaso".
- Profit Factor (PF): Un buen stop también debe mejorar el cociente entre el promedio de operaciones ganadoras y perdedoras. Cuando menos, debe conseguir que el beneficio por unidad de capital arriesgado se mantenga lo más uniforme posible en toda la serie. Por ello, recomiendo al optimizar la utilización del PF como criterio diana.
- Drawdown máximo (DDm): Por paradójico que resulte, muchos mecanismos de cierre ni siquiera consiguen disminuir el DDm. ya que al reducir el tamaño de las pérdidas acaban aumentando la frecuencia de las rachas perdedoras.
- Porcentaje de operaciones ganadoras (Win %). Como consecuencia de lo anterior, también resulta difícil encontrar estrategias de cierre que mejoren (o al menos no disminuyan demasiado) el porcentaje de aciertos. Cuando se utilizan stops fijos (en puntos o moneda local) muy ceñidos, el descenso suele ser más acusado que en el caso de los stops dinámicos, construidos para lograr, en promedio, un tamaño similar de las operaciones negativas.
Volatilidad intradiaria y stops dinámicos.
Cuando hablamos de volatilidad disponemos de dos varas muy distintas de medida:
a) Volatilidad a largo plazo o de marcoépoca. Estimada por indicadores como el VIX en gráficos de amplio espectro (semanas, meses).
b) Volatilidad intradiaria o de faena. Aumentos o disminuciones bruscos del tamaño de las barras de una sesión para otra, e incluso dentro de la misma sesión.
En el primer caso, estamos ante el mar de fondo del mercado y, en el segundo, ante la espuma que salpica nuestros débiles cuerpos desnudos (psicología del trader) y agita las débiles cáscaras de nuez en las que navegamos (sistemas). Lógicamente, el primero afecta a la frecuencia y amplitud de las olas, pero será el segundo quien precipite el naufragio final o module el ritmo de cualquier estrategia.
Existen "razonablemente buenas" estrategias de cierre para ambas situaciones, pero no conozco ninguna que trate satisfactoriamente las dos al mismo tiempo.
Veamos algunos ejemplos de stop dinámicos:
a) Variaciones sobre ATR:
MM Stop = Precio de entrada - a * ATR(n) [lado largo]
Esta es la formulación clásica. Incorpora dos parámetros "n", número de barras a considerar en el cómputo del indicador y "a", multiplicador del ATR. De este modo el tamaño del stop aumentará o disminuirá como función lineal da la volatilidad estimada mediante el ATR. En algunos, casos puede resultar preferible una respuesta no lineal que permita al stop cambiar su valor a un ritmo más rápido o lento que el ATR. En tal caso podemos emplear un función cuadrática con dos parámetros:
Valor de Stop = a0 + a1 * ATR(x) + a2 * ATR(x)2
Donde:
a0 = "x" puntos. Siendo, por tanto, una constante que determina el valor mínimo del stop.
a1 es el parámetro que se utiliza como multiplicador principal del ATR.
a2 es un segundo parámetro empleado para modular el comportamiento no lineal del stop. Cuando a2 > 0 la tasa de cambio del stop es mayor que en la función lineal, mientras que con valores negativos (a2 < 0) la tasa de cambio es más lenta. Lógicamente, si a2 = 0, estaremos en la formulación clásica.
Aunque pueda tener ciertas ventajas, no me gusta esta variante del ‘stop de ATR' por dos motivos: Primero, por multiplicar el número de parámetros y, en segundo lugar, porque nunca sabremos, hasta haber realizado una optimización intensiva, si es más provechoso para nuestro sistema apostar por una tasa de cambio inferior o superior a la lineal. En cualquier caso, incluso contando con la ventaja de optimizar a2, no encuentro en series largas de operaciones mejoras significativas que justifiquen su empleo.
b) Indicadores de rango:
Particularmente, me gusta el Range Indicator (RIND), desarrollado por Jack Weinberg, cuya fórmula compara el rango interdiario (cierre[0] - cierre[1]) con el rango intradiario (Máximo -Mínimo). Normalmente se usa para ayudar identificar comienzos y agotamientos de tendencia, pero también podremos emplearlo como estimador de volatilidad en stops de protección.
MM Stop = Precio de entrada - x * RIND (a, b)
El parámetro "x" es el coeficiente multiplicador aplicado, "a" es el número de barras a considerar en el indicador y "b" las barras empleadas en la media exponencial empleada para suavizar la curva del indicador.
c) Máximos y mínimos de sesión:
Constituyen otra forma clásica y sencilla para la construcción de stops adaptativos. Una solución típica para sistemas microtendenciales intradiarios consiste en ajustar el stop al 50% del recorrido entre máximos y mínimos:
Valor del stop = (Máximo Sesión - Mínimo Sesión) * 0,5
El multiplicador "0,5" también puede ser un parámetro optimizable.
Otra variante también muy común, es la que establece el valor del MM stop como la distancia entre HH (highest high) - LL (lowest low) de "x" barras.
MM Stop = Precio de entrada - (HH(x)-LL(x)) * n
d) Cruce de medias adaptativas:
Podemos emplear dos medias del mismo tipo y distinto número de barras o dos medias diferentes de igual duración. Algunas medias como el KAMA, DEMA y T3 pensadas para filtrar el ruido del mercado producen buenos resultados, sobre todo si se combinan con técnicas del tipo "Zero Lag" para evitar retardos. Ejemplo:
MM Stop = Cross Below (DEMA (n), DEMA (p), 1)
e) Desviación típica de operaciones negativas:
Otra solución que ya comenté en mi artículo Principales estrategias de cierre consiste en establecer el valor del stop en función del tamaño medio y desviación estándar de las operaciones negativas observadas empíricamente en pruebas de back-test. Esto resulta especialmente útil para sistemas intradiarios aplicados primero sin MM Stop y cerrando siempre en la franja horaria establecida por las reglas de la estrategia.
Partiendo de una serie larga, podremos construir una tabla de distribución de frecuencias de operaciones negativas agrupadas por intervalos (en puntos) para establecer el tamaño idóneo del multiplicador de la desviación. Pero, en general, esta fórmula suele dar resultados aceptables:
Valor del stop = (tamaño medio ops. neg. + Desv. ops. neg.)
El principal problema de esta metodología es que la sensibilidad del stop a los cambios del mercado decrece a medida que aumenta el tamaño del histórico de operaciones. Una solución alternativa sería considerar, por ejemplo, las últimas 50 o 100 operaciones en el cómputo de la fórmula.
Reflexiones finales:
La implementación de MM Stops, como casi todas las técnicas empleadas en operativa sistemática, tiene su lado positivo y su lado negativo. Su principal ventaja consiste en facilitar un mayor control del riesgo de la operativa, al permitirnos abandonar una posición cuando se produce un cambio brusco e inesperado en la dirección del mercado. Pero, desde un punto de vista estadístico, el hecho de disponer de un conocimiento -aunque sea aproximado- de la pérdida máxima que nos cabe esperar mejorará el proceso de toma de decisiones del trader a la hora de establecer criterios de asignación de activos y estrategias para gestionar el tamaño de la posición.
Sin embargo, existen también poderosos argumentos para limitar la falsa sensación de seguridad que produce el uso de los mismos:
- El ruido aleatorio del mercado (sobre todo en operativa intradiaria) puede ocasionar numerosos cierres arbitrarios que disminuyen el porcentaje de aciertos y socavan la robustez general del sistema.
- Tanto si se trata de MM stop fijos como dinámicos, el trader deberá elegir, ad hoc o mediante optimización, algunos valores paramétricos que añaden cierta arbitrariedad a las reglas de cierre empleadas.
- Ningún stop garantiza un cierre preciso de la posición: Los huecos entre barras, la liquidez del momento y la direccionalidad en el punto de entrada pueden ocasionar un slippage considerable, que aumente aún más nuestra falta de control sobre el sistema.
- Muchos stops pueden interferir de manera clara con la propia filosofía de la estrategia que estemos aplicando. Por ejemplo, el uso de un stop muy ceñido en una estrategia tipo long term basada en cruce de medias, no tiene ningún sentido.
Por estos y otros mucho motivos, algunos trader prefieren no emplear nunca los MM Stops y gestionar el riesgo de sus sistemas de otro modo: Por ejemplo, ajustando dinámicamente el tamaño de la posición al nivel de volatilidad (carteras grandes) o abriendo una posición sólo cuando el nivel de volatilidad es suficientemente bajo en relación al tamaño de la cuenta (carteras pequeñas).
En mi operativa intradiaria soy partidario de una posición intermedia: Uso de MM Stops sensibles a la volatilidad en combinación con estrategias de distribución del riesgo diario de cartera diversificando al máximo y evitando un agrupamiento excesivo de contratos en los mismos tramos horarios.
En la segunda parte de este artículo analizaré desde un enfoque mucho más práctico, (empleando un sistema sencillo basado en medias adaptativas) las consecuencias de aplicar los distintos modelos de MM Stop aquí descritos sobre un portfolio amplio de productos.
Andrés A. García.
© www.tradingsys.org, 2009
Interesante punto de vista. No cabe duda. Supongo que tendrás buenos motivos para evitar los MM Stop en tu operativa (además de lo ya apuntado, ...que entiendo).
Sin embargo, imagino que dispones de algún otro método para controlar el riesgo máximo asumible por operación y/o para balancear los términos de la ecuación R/R.
... Me agradaría conocerlo. Al igual que tu punto de vista sobre operativa con futuros.