Bien, dicho esto, y dejando claro que la única forma realista de no meterse en el fango hasta las orejas es el empleo de mecanismos de cierre, vamos a repasar algunas estrategias comúnmente empleadas:
1) Cierre fijo de posiciones: Consistente en salir "a mercado" (Nunca deben emplearse ordenes limitadas para salir en pérdidas) ante un valor preestablecido de pérdida máxima por operación.
- Ventajas: Permiten establecer de manera muy precisa (como es lógico, nunca exacta) la cantidad máxima que estamos dispuestos a arriesgar en cada operación.
- Incovenientes: Si somos muy conservadores con esta valor, correremos el riesgo de cerrar posiciones a la menor fluctuación del mercado, invalidando así la dinámica "natural" del sistema.
2) StopLoss dinámico: Sencillo algoritmo que nos permitirá ir aumentando el nivel de cierre de posiciones mientras el mercado evolucione a favor de nuestra posición. Si el mercado se da la vuelta, el nivel se detiene, ejecutando el cierre de posiciones en el porcentaje establecido.
- Ventajas: Dosifica de manera más eficiente el riesgo asumible, dejando correr los beneficios.
- Inconvenientes: No permite establecer a priori un criterio fijo de cierre de posiciones. Igual que el anterior, si no se calibra con precisión, sigue siendo muy sensible a las fluctuaciones aleatorias del mercado.
3) Cierre basado en indicadores: Aquí la casuística es potencialmente infinita. Deshace posiciones ante unas reglas especificadas por uno o más indicadores. Suelen emplearse indicadores volumétricos, ATR, Medias móviles y, en menor medida, aunque son mis preferidas, bandas de volatilidad de Bollinger.
- Ventajas: Cuando los indicadores y reglas están bien elegidos, suele adaptarse muy bien a la evolución del mercado.
- Desventajas: Nunca tendremos un punto fijo de salida, la incertidumbre es mucho mayor.
En otros artículos describiremos detalladamente algunos algoritmos empleados para el cierre de posiciones.