Últimamente se ha desatado una auténtica fiebre por invertir en empresas con un elevado porcentaje de posiciones cortas con la esperanza de encontrar el próximo GME en el que los beneficios se disparen a niveles estratosféricos de un plumazo. Sin embargo, cuando esta práctica no se fundamenta en un riguroso proceso de selección de activos, resulta muy arriesgada para el inversor particular, generando resultados inciertos y en algunos casos cuantiosas pérdidas.
¿Qué tienen en común empresas
como Volkswagen, Herbalife, AMC, Tesla o GameStop? Prácticamente nada, salvo
que en algún momento de su historia experimentaron una elevada acumulación de
posiciones cortas seguida de un fuerte incremento de los precios durante un
breve intervalo de tiempo. El cual no se justifica en factores fundamentales
sino en movimientos meramente especulativos. Este proceso, ampliamente
estudiado por los investigadores de los mercados, se conoce como “contracción
breve”, “estrangulamiento de posiciones cortas”, o “short squeeze”.
A menudo se asocian estas bruscas
subidas de empresas con malos resultados y en declive con estrategias de
posicionamiento corto promovidas por inversores institucionales, aunque no
tiene por qué ser así; un valor con tendencia bajista a largo plazo puede experimentar
un súbito incremento de precios debido al surgimiento de noticias inesperadas
(lanzamiento de nuevos productos, anuncio de una OPA, inyección de capital
público o privado, difusión de resultados muy por encima del consenso, etc.)
sin necesidad de un predominio de posiciones cortas. Por tanto, conviene
definir con precisión qué entendemos por short squeeze.
Aumento brusco del precio de un
activo provocado por una fuerte presión compradora que precipita el cierre de posiciones
cortas en sucesivos niveles de precios. A medida que los precios aumentan, más
inversores en corto experimentan la necesidad de cerrar su posición para
limitar sus pérdidas. Este proceso genera una espiral de órdenes compradoras
que se retroalimentan durante una o varias sesiones en lo que podríamos
denominar “pánico comprador”.
Para que podamos habar de un short squeeze propiamente dicho deben concurrir las siguientes condiciones:
Numerosos estudios empíricos (Chistophe,
2004; Diether 2009; Saffi,2011; Boehmer 2013) reconocen que los inversores en
corto manejan información de calidad y hacen previsiones más certeres sobre el
rendimiento futuro de las empresas. De hecho, existe una clara correlación
negativa (Akbas et al., 2013) entre los niveles de interés en corto y el
rendimiento futuro de las empresas. Tomando cualquier índice representativo del
mercado, se observa que los valores con mayor porcentaje de posiciones cortas tienen
un retorno medio muy inferior a los valores del mismo índice con menor
porcentaje. Y esta diferencia se mantiene relativamente estable en largos
periodos. Por ello algunos estudios (Desai et. al., 2002; Asquith et
al, 2005) hablan de la “anomalía del short interest”, incluyéndola como un
factor más en los modelos factoriales de carteras.
Se han propuesto diversas teorías
para explicar esta anomalía:
En definitiva, todas estas
teorías conceden a los inversores en corto el estatus de “manos fuertes” que,
debido a la mayor disponibilidad de capital y al uso inteligente de la
información, son capaces de generar alpha asumiendo un riesgo mayor en
sus portfolios de operativa en corto.
Entonces, siendo esto así, ¿qué
sentido tiene llevar la contraria a estos grandes operadores en corto mediante
estrategias basadas en el short squeeze? La respuesta, como seguidamente
veremos, está en el riesgo.
Operar en corto yendo en contra
de la tendencia secular del mercado ya es un riesgo en sí mismo que obliga al
inversor a:
-
Adoptar una visión táctica reduciendo al máximo
el horizonte temporal de su inversión. Muchas de las operaciones en corto se
hacen en el intradía o con horizontes máximos de semanas o meses. El tiempo
corre siempre en contra de la posición, entre otros motivos por el pago
periódico de los intereses del préstamo de acciones. En valores de difícil
adquisición estos intereses pueden comerse buena parte del beneficio esperado.
-
Dedicar un montón de tiempo a investigar estados
de cuentas, decisiones corporativas y hechos relevantes que puedan afectar
negativamente a la cotización de las empresas. Sin embargo, las propias
compañías tienen gran habilidad denegando rumores y justificado todo tipo de
decisiones y acuerdos por muy perjudiciales que sean sobre el papel. Esto
conduce a que las previsiones del inversor a veces no se materialicen o a que
sea preciso mantener la posición mucho más tiempo del previsto.
El riesgo de invertir con
posiciones cortas es siempre mucho mayor ya que las pérdidas no están
limitadas, debido a la asimetría largos-cortos. Si compramos 1.000 acciones del
activo XYZ que está cotizando a $1, lo peor que nos puede ocurrir es que el
valor de la acción caiga a $0 y perdamos el 100%. Sin embargo, para las subidas
no hay techo; si hemos vendido en corto esas 1.000 acciones y el precio sube a
$2 habremos perdido el 100% y, si sigue subiendo, las perdidas potenciales
teóricamente podrían llegar a ser ilimitadas. Si bien, mucho antes, el broker exigirá
que se cierre la posición, sobre todo cuando determine que la solvencia del
prestatario no le permitirá cubrir pérdidas.
El ratio de la tasa anualizada
del préstamo en corto (Short Borrow Fee Rate) es un buen estimador del
riesgo del préstamo de acciones. Los valores muy volátiles, poco líquidos o de
difícil adquisición tienen tasas mucho mayores. Y cuando un valor está en serio
peligro de sufrir un short squeeze la tasa se dispara.
En estos gráficos podemos ver la evolución del tipo de interés en corto requerido por Interactive Brokers para una empresa enormemente líquida y poco volátil, como AAL:
Y para otra empresa mucho más volátil y con menor liquidez, como ITP:
Y en casos extremos, cuando un valor está en serio peligro de sufrir un short squeeze, esta tasa se dispara a valores increíbles, como podemos ver en el caso de BTCM:
En definitiva, el tipo de interés
en corto es un buen predictor del riesgo para el prestamista de títulos y
existe una relación estrecha entre valores extremos del interés exigido y la
probabilidad de un short squeeze.
Hay que señalar que los tipos de
interés se calculan en intradía y pueden variar sustancialmente en función de
la evolución del valor en préstamo y de las condiciones generales del mercado
entre el día de apertura de la posición y el del cierre. Por ello existe una
incertidumbre continua que impulsa al inversor a no mantener la posición en
largos períodos.
¿Quién presta grandes paquetes de
acciones a inversores institucionales? Los proveedores de liquidez de esos
activos; entidades financieras como JP Morgan o Merrill Lynch que poseen en custodia
millones de acciones listas para su préstamo a otras instituciones a cambio de
un tipo de comisión negociado entre las partes. Evidentemente estas tarifas
nada tienen que ver con las que aplican los brokers al inversor retail. Así
que debemos analizar estos gráficos con cierta cautela y, más que los últimos
valores, nos interesará la tendencia al alza o a la baja de las tarifas
históricas en ventanas de semanas o meses.
Como hemos dicho, para que se produzca
un short squeeze lo primero que se necesita es una empresa con un alto
porcentaje de acciones posicionadas en corto o short float. Pero esto,
aunque es condición necesaria no es ni mucho menos suficiente: una empresa
puede tener durante años niveles altos de short float sin que llegue a
producirse el estrangulamiento.
Por ejemplo, la empresa TTCF mantiene porcentajes altos de ventas en corto durante el último año que no llegan a generar un short squeeze, ya que su cotización se mueve en el rango $16-$25 durante este período.
Por ello, al construir estrategias de anticipación para detectar el short squeeze, se toman en consideración otros factores, que nosotros hemos dividido en dos categorías:
-
“Short Interest % Float”: Porcentaje de acciones
en corto sobre el total de acciones en circulación.
-
“Days to cover” o “Short Ratio”: Cociente entre
acciones en corto y volumen medio de sesión. Esta información nos dará una idea
de los días necesarios para liquidar las posiciones cortas si todos los operadores
decidieran hacerlo al mismo tiempo.
-
“Borrow fee rate”: Tipo de interés aplicado al
préstamo de un determinado valor. Cuando los prestamistas perciben la
proximidad de un short squeeze, aumenta el riesgo del préstamo y tienden
a subir rápidamente los tipos. Se considera uno de los factores más fiables,
dado que los prestamistas son manos fuertes que disponen de información de
calidad.
- “Short
Shares Availability”: Disponibilidad de acciones en préstamo. Este dato hace referencia
a los principales brokers, pero omite brokers menores y dark pools, por
lo que debe tomarse con cautela.
-
“Combined Short Volume Ratio”: Volumen combinado
de ventas en corto en varias plazas bursátiles. Este dato solo es relevante si
se actualiza en tiempo real.
-
“Fails To Deliver”: Acciones en corto que no pueden
ser devueltas al prestamista en una fecha dada (bien por sobredemanda de
títulos bien por insolvencia del prestatario). Lógicamente la cifra se dispara
cuando el short squeeze está en curso.
-
“Funds Disclosing Short Positions”: Fondos y
grandes instituciones que tienen la obligación de reportar sus posiciones
cortas al regulados. Normalmente la periodicidad es mensual, por lo que el
valor efectivo de este dato no es muy alto.
- “Institutional Put/Call Ratio”: Se construye a partir del volumen de opciones Put y Call en cartera declarado periódicamente por los grandes operadores. Valores elevados aumentan la probabilidad de estrangulamiento.
2. Factores desencadenantes: Los que precipitan un súbito cambio en el sentimiento del mercado incrementando la actividad compradora.
-
Predecibles: Proximidad de fechas a la
publicación de resultados corporativos. Importan sobre todo los resultados que
crean fuerte disonancia con las previsiones de los analistas.
-
Menos predecibles y sin fecha fija: Fusiones,
adquisiciones, renegociación de la deuda, concesión de préstamos y ayudas
públicas, nuevas patentes, autorización de medicamentos, grandes contratos con
la administración o con otras empresas, etc.
-
Impredecibles:
Salidas y entradas de socios de referencia, compras de títulos por parte
de los insiders, nivel de acumulación de acciones de los propietarios,
luchas `por el control de la sociedad, compras agresivas de fondos, desastres
naturales, hechos inesperados de todo tipo, intentos de manipulación de precios
por parte de grandes inversores o por la actividad en las redes de miles de
pequeños inversores.
Los factores previos son factores
cuantificables mediante estrategias basadas en reglas, algunos factores
desencadenantes como las fechas próximas a la publicación de resultados también
se pueden contemplar en las reglas. Recientemente algunos modelos (por ejemplo,
PlotLion )
monitorizan la actividad en redes específicas (como Reddit) contabilizando las menciones a
empresas. Los factores impredecibles no modelables añaden incertidumbre y
restan credibilidad a las predicciones. Sin embargo, creemos que se pueden
construir modelos sistemáticos para operar el short squeeze y en posteriores
entregas hablaremos de ellos.
-
Akbast
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-
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Andrés A. García
@TradingSys.org, 2021