La “Fiebre del Oro de los Viernes”
(FGR) es una pauta de calendario dada a conocer por el gestor de fondos André Stagge y cuya formulación es muy simple: Entrar largos en el futuro del oro los
jueves al cierre y mantener la posición durante 24 horas, hasta el cierre del
viernes. En las siguientes líneas realizaremos un análisis estadístico de dicha
pauta para determinar si verdaderamente se trata de una anomalía susceptible de
ser implementada en estrategias de trading.
En esta cuarta parte de nuestro estudio abordaremos otra de las anomalías de calendario más estudiadas en la literatura financiera: El efecto día del mes y cambio de mes. Diferentes trabajos empíricos han mostrado un aumento significativo del retorno medio diario en los principales mercados de acciones durante el final de mes y los primeros días del mes siguiente. Este fenómeno no es solo exclusivo de las acciones, también se ha podido constatar en otros productos financieros como renta fija.
El Efecto Día de la Semana es una de las anomalías de calendario más estudiadas por el mundo académico desde hace casi un siglo. Esta anomalía, también conocida como Efecto Lunes o Efecto Fin de Semana, consiste en que la distribución semanal de los retornos es asimétrica, existiendo un día con una rentabilidad histórica menor que el resto y otros dos días que concentran más de la mitad del retorno.
Como estamos en fechas prenavideñas, estudiaremos uno de los ciclos más famosos de todos los tiempos: El rally de Santa Claus. La literatura sobre el tema es abundantísima y se han realizado numerosos análisis empíricos que evidencian la consistencia de esta pauta durante al menos los últimos 35 años. En este artículo nos proponemos analizar su alcance en distintos mercados de futuros y su viabilidad para el trading.
La existencia de ciclos mensuales, diarios e intradiarios en las formaciones de precios parece estar fuera de toda duda. Ahora bien, que estos supongan de suyo una ineficiencia aprovechable en los mercados o, lo que es lo mismo, que sean capaces de generar beneficios extraordinarios para el inversor una vez descontados gastos, parece que no está tan claro.
En mi opinión, la metodología Opening Range Breakout (ORB) constituye una de las más bellas y eficientes aproximaciones a la operativa intradiaria. De hecho, muchos de los sistemas que mejor resisten el paso del tiempo, tanto en los mercados de futuros como de acciones, se sitúan en esta categoría. Veamos, pues, sus principales características.
Algunos sistemas emplean como mecanismo guía del posicionamiento zonas de confluencia de actividad en las distribuciones de precios basadas en el análisis estadístico del volumen (WVO) o en los TPOs (time/price opportunities). Desde que Steidlmayer (1986) publicara sus trabajos sobre el market profile, poco a poco, ha ido surgiendo una metodología de investigación cuyo interés no deja de crecer y que vale la pena analizar con detenimiento.