En estas líneas presentamos un esbozo de los pasos dados en la construcción de la cartera sistemática VT26.
El análisis de este sistema nos servirá para plantear un concepto de notable importancia: La "confortabilidad" de una estrategia automatizada. No basta con que un sistema acredite un track-record y unas estadísticas excepcionales, además debe resultar amable con el perfil psicológico y tiempo disponible del operador. Ello implica observar, al menos, los tres siguiente principios:
Constituye un error manifiesto pensar que la mayor parte de la operativa sistemática se concentra en los mercados de futuros. De hecho, buena parte del dinero que manejan los gestores de grandes fondos sigue concentrado en los mercados de acciones, en los que dado el volumen de negocio y la enorme diversidad de activos, se mantiene, desde la década de los 90, una creciente tendencia hacia la automatización de procesos.
Seguir la evolución de estrategias sobre un solo mercado se me antoja cada vez más como contemplar un viejo Wenstern: "El bueno, el feo y el malo", "Sólo ante el peligro", "La muerte tenía un precio". En fin, elijan el que quieran, tomen asiento en sus butacas y comencemos.
¿Qué tipo de magia hace que un sistema resista con determinación el feroz zarpazo del tiempo? Quizá nadie lo sepa a ciencia cierta, pero sospecho que las reglas de posicionamiento (o sea, el secreto más celosamente guardado por los desarrolladores) juegan más bien un papel modesto en esta historia.